lunes, 25 de abril de 2011

Contra la violencia de género


La violencia contra las mujeres es una de las violaciones de los derechos humanos más extendida, habitual y silenciada. Este hecho exige enfrentarla como una preocupación clave que reclama la activa participación e interlocución de las asociaciones de mujeres y otras organizaciones relevantes en el ámbito de la defensa de los Derechos Humanos.A pesar de la magnitud de la violencia de género en el ámbito familiar y la frecuencia con que son asesinadas las mujeres a manos de sus parejas y ex parejas, el Gobierno español, lejos de asegurar una protección efectiva de los derechos humanos de las mujeres, ha optado por propuestas limitadas y parciales, impulsadas de espaldas a las asociaciones de mujeres.

Por ello, denunciamos:
  • la falta de voluntad política del gobierno español para actuar con la debida diligencia ante la violencia de género,
  • la falta de una legislación que aborde de manera integral la violencia de género y la protección de los derechos humanos de las mujeres,
  • la impunidad manifiesta que rodea los actos de violencia contra las mujeres,
    los insuficientes recursos para la protección y apoyo integral de las víctimas de violencia de género,
  • la existencia de normas y prácticas que colocan a las mujeres inmigrantes en situaciones de grave desprotección,
    la desigual protección de las mujeres según el área geográfica de residencia.
Instamos a las autoridades españolas a:
  • adoptar una legislación especifica que asegure una respuesta integral y coordinada de las autoridades frente a la violencia de género,
  • actuar con la debida diligencia en la investigación de las denuncias, la sanción de los responsables, la protección oportuna de las víctimas y la reparación de los daños sufridos,
  • asignar recursos suficientes que aseguren que todas las mujeres, con independencia del área geográfica donde residan y la nacionalidad o etnia a la que pertenezcan, tengan acceso a una red de protección adecuada que les garantice seguridad, superación del ciclo de violencia vivida y asistencia letrada gratuita,
  • eliminar las normas que excluyen a las mujeres inmigrantes indocumentadas del derecho a la asistencia letrada y al acceso a la red pública de protección,
  • reconocer la persecución por motivos de género como causa para acceder u obtener el estatuto de refugiada.
  • apoyar la iniciativa del conjunto de asociaciones de mujeres europeas de poner en marcha un Observatorio sobre Violencia de Género, que trabaje con garantías de independencia y la participación de las organizaciones de mujeres.
Todas estas medidas deben contar con la participación activa de las asociaciones de mujeres, tomar en cuenta a las organizaciones de inmigrantes y prestar atención a las recomendaciones de aquellas dedicadas a la protección de los derechos humanos.
Asociación de Mujeres de Medios de Comunicación, Amnistía Internacional, Asociación Rumiñahui Hispano-Ecuatoriana, Asociación de Mujeres Juristas THEMIS; Asociación de Trabajadores Inmigrantes Marroquíes en España; Asociación Libre de Abogad@s; Comisión para la Investigación de los Malos Tratos Encalve Feminista; Federación de Asoaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas; Federación de Asociaciones de Mujeres Progresistas; Fundación Mujeres; Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género; Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas; Red de Organizaciones Feministas contra la Violencia de Género; VOMADE-VINCIT

¿Por que podemos encontrar tantas imágenes duras y no podemos solucionarlo?












Cada día mueren 16 personas a causa de la violencia de género

Para México resultaría más exitoso atacar la violencia familiar que invertir en acciones para combatir el narcotráfico, sin embargo, la mitad de la población mexicana, compuesta por mujeres, vive un estado de excepción de derechos, pues la violencia que se perpetra en su contra y al interior de sus hogares, no es considerada como un asunto de Estado, sino como “tema de mujeres”.
 
Así lo consideró Margarita Gillé Tamayo al participar en el Noveno Seminario Internacional sobre Políticas Públicas y Programas en casos de Violencia Familiar de Alto Riesgo, que tuvo lugar en la la capital de México, los días 29 y 30 de noviembre.
Ante especialistas provenientes de Chile, Ecuador, España, Estados Unidos y México, Guillé, quien es suplente del Estado Mexicano ante el Comité de Expertas en el Mecanismo de Seguimiento a la Implementación de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer, sostuvo:
“La violencia hacia las mujeres cuestiona la calidad democrática” de México, luego de recordar que cada año se cometen 1,205 homicidios contra mujeres, y cada día mueren 16 mujeres, por las secuelas de la violencia en este país.
En México, son “miles de mujeres las que viven en un estado de excepción de derechos” dijo en relación con el hogar, “un espacio de impunidad donde más delitos se cometen” aunque paradójicamente 94 por ciento de la población piensa que es el espacio más confiable, destacó la experta.
Atacar la violencia familiar, que afecta a la mitad de todas las mexicanas sería más exitoso que las acciones contra el narco si se considerara un tema de Estado, dijo al celebrarse el último día de sesiones del Seminario Internacional que fue organizado por el Consejo para la Asistencia y Prevención de la Violencia Familiar, y la Dirección General de Igualdad y Diversidad Social del Distrito Federal en instalaciones del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El evento que congregó a un nutrido grupo de especialistas, funcionaras del gobierno del la Ciudad de México, y personal que atiende los refugios contra la violencia familiar, así como estudiantes y representantes de organismos de la sociedad civil, se llevó a cabo en el marco de la Campaña Mundial de los 16 días de Activismo en contra de la Violencia hacia las Mujeres y las niñas.
Refugios contra la violencia, un panorama
Los objetivos del Noveno Seminario Internacional Políticas Públicas y Programas en casos de Violencia Familiar de Alto Riesgo fueron analizar los protocolos de atención que operan en los diferentes refugios que trabajan con violencia familiar de alto riesgo, así como generar y unificar criterios y estándares de calidad en los refugios, además de abordar problemáticas como la formación de personal y agentes sociales que atienden dichos establecimientos.
En tal sentido, se reveló que tan sólo en 2009 en la Ciudad de México, fueron atendidas 427 personas por violencia familiar de alto riesgo en el Sistema de Atención y Prevención de la Violencia Familiar. La encargada de la Dirección General de Igualdad y Diversidad Social, María Elena Ortega, indicó que datos oficiales refieren que dos terceras partes del registro de mujeres fueron asesinadas por sus propios maridos, novios, hermanos, amigos, familiares y otro tipo de parientes, es decir, esta violencia extrema ocurrió en el hogar.
El peligro que corren mujeres y niñas en el ámbito familiar es latente, por lo que se requieren cada vez más espacios de protección y tratamiento adecuado, como los refugios, tal como lo marca la Ley General y la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida libre de violencia para el Distrito Federal y cada estado del país, de ahí la trascendencia del Seminario Internacional, apuntó María Elena Ortega.
Por otra parte, María Yuriria Álvarez Madrid, Coordinadora General de Participación Ciudadana en la Fiscalía Especial para los Delitos contra las Mujeres y Trata de Personas de la Procuraduría General de la República (FEVIMTRA), se refirió al modelo de Refugio de Alta Seguridad, en el que se atiende a mujeres en riesgo resultado de la trata de personas, sin embargo, aseguró que el 95 por ciento de las víctimas habían sido previamente violentadas por sus propias familias.
Señaló que se ha avanzado en la sensibilización y capacitación a personal, como los agentes del Ministerio Público, y se desarrollan herramientas con enfoque de género que dan a las mujeres protección integral que evita que sean revictimizadas, se les fortalece para el proceso de denuncia y se les da acompañamiento en todo momento.
Una de las herramientas que aporta este modelo es la reconstrucción desde la antropología social y desde una perspectiva de género de la historia de vida de las mujeres que han sido víctimas de la trata de personas, lo que permite su empoderamiento personal y facilita la investigación cuando procede, refirió Álvarez Madrid.
En su momento, Nohemí Marlene Villavicencio Sarmiento, directora de la Casa de Acogida María Amor de la región sur de Ecuador, país que también cuenta con una Red Nacional de Refugios, destacó el caso de Ecuador, donde ocho de cada 10 mujeres viven violencia familiar. Del total de asesinatos reportados en la prensa contra mujeres, 59 por ciento ocurrieron dentro de sus hogares y sus victimarios fueron sus parejas o ex parejas.
Secreto de los refugios, un debate
Uno de los temas de mayor debate actual es el secreto de los refugios para sobrevivientes de violencia familiar. En México a la fecha los refugios suelen mantenerse en lugares desconocidas para el público en general. Pero en Estados Unidos, se ha optado por tener los refugios en lugares muy públicos, así lo señaló Sue Else, Directora de la Red para Acabar con la Violenica Doméstica en Estados Unidos. Y aseguró: “La seguridad de un refugio se mide por la seguridad de la comunidad”.
Desde su experiencia, dijo que encontraron que los albergues a final de cuentas eran conocidos por toda la comunidad de boca en boca, lo que daba “un falso sentido de seguridad”. Actualmente se apoyan en situarse en lugares muy públicos y en tecnología como cámaras y una relación cercana con la policía para proteger a las usuarias.
Rememoró que los refugios iniciaron en los años 70 en ese país “sin fondos, ni legislación” más como una forma en que algunas mujeres podían ayudar a otras. Era difícil conseguir fondos para estos refugios pues se consideraba la violencia como algo “normal”.
Al aprobarse la ley contra la violencia o VAWA por sus siglas en inglés, las policías en Estados Unidos tuvieron acceso a recursos económicos que les permitían realizar su labor, siempre y cuando estuvieran ligados a uno de estos refugios. “Entonces se estableció una dinámica de comunicación” indicó la psicóloga y las voluntarias de los refugios y los agentes de la policía se sentaron a comer pizza y a entender el fenómeno de la violencia doméstica.
En Estados Unidos, “tres mujeres mueren cada día por violencia familiar y el homicidio es la primera causa de muerte entre las mujeres embarazadas”, agregó Sue Else. Y aunque falta mucho por hacer, tan solo en una medición de un día completo encontraron que se recibieron 65,000 denuncias de sobrevivientes de violencia doméstica.
Entre los avances actuales, mencionó la activista originaria de Iowa, se puede mencionar que las medidas cautelares o restrictivas para los agresores se respeta aun cuando las mujeres receptoras de violencia se muden de estado. “Sería muy bueno ue ocurriera lo mismo entre México y Estados Unidos”, indicó Sue Else.
El desarraigo
Aun cuando en la mayoría de los países del orbe se han implementado mecanismos específicos para atender a las víctimas de la violencia familiar, con recursos, infraestructura y políticas públicas, las secuelas son incalculables dede cualquier punto que se analice. Sue Else destacó que en Estados Unidos, las mujeres que han sobrevivido a la violencia pierden la custodia de sus hijos. El flagelo es mayor cada día en ese país, pero en México la situación es coincidente, según lo resaltó el abogado Eduardo Murillo representante de la organización mexicana Recreando A.C. al referir que las mexicanas regresan con el agresor por temor a la falta de recursos económicos y a perder a los hijos.
Tras reconocer el valor que tienen los refugios para mujeres receptoras de violencia, lamentó que sean lugares donde las que viven violencia son desarraigadas de su entorno familiar, social y laboral cuando sería necesario “que la ley se cumpla y no se sancione a las que viven violencia sino a los agresores”, dijo.
El abogado detalló, que esto viene de la dificultad de lograr que en los juzgados se proteja la custodia de los hijos e hijas, e incluso la obligatoreidad de los alimentos. “Todos, como sociedad, deberíamos formar conciencia”.
Personal invisible
Entre los puntos expresados en las mesas de análisis se destacó que una de las carencias en la atención de la violencia de género es la visibilización del personal que está a cargo de los refugios.
Silvia Ramírez Romero, Directora General de la asociación Caminos Posibles, que trabaja en mecanismos de contención en los centros de acogida en Ciudad Juárez, explicó que “ni la Ley de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia” contempla la atención del personal y el problema de la violencia no se limita sólo a la mujer agredida y sus hijos, sino también repercute en las personas que las reciben y atienden en los refugios y casas de emergencia.
En ello coincidió Marion Burger, de la Casa María Amor de Cuenca Ecuador, quien detalló que en ese país no sólo la inestabilidad económica repercute en el ánimo del personal, sino la relación cotidiana que les deja la atención de las víctimas mina su estado emocional, y ese aspecto no se ha destacado como importante en la problemática de la violencia de género.
Propuestas para México
En México existen 66 refugios para proteger a las sobrevivientes de violencia familiar de alto riesgo, de los cuales 44 son de la sociedad civil y 22 de gobierno, indicó la directora de la Red Nacional de Refugios, Rosa María Salazar Rivera al proponer garantías educativas y laborales para quienes acuden a estas casas de acogida, así como mayor sustentabilidad para estos programas.
Resaltó que todas las acciones deben “abatir la brecha de desigualdad” y detalló 23 propuestas para eficientar la labor de estos refugios, entre las que destacan: garantizar el financiamiento de los refugios bajo un esquema anual y no a concurso, otorgar incapacidad a mujeres que lo requieran por el tiempo que estén en el refugio, que se les brinden seguridad social y guarderías adecuadas para su jornada laboral.
Propuso que las niñas y niños en el albergue cuenten con flexibilidad en los programas escolares, para darse de alta y baja en escuelas, cambiar de escuela y tener confidencialidad mientras están en el albergue.
Salazar llamó también a que se establezcan convenios de capacitación y estímulos fiscales con empresas que ofrezcan empleo a las mujeres que egresan de los refugios y que se creen casas de transición en donde las usuarias y sus hijos e hijas vivan dos años, solo se paguen los servicios públicos y tengan vigilancia permanente de seguridad pública, seguidas por crédito para vivienda.
Asimismo, consideró indispensable que se cree un grupo especializado de seguridad pública para mover a las usuarias a refugios en diferentes ciudades cuando el caso lo requiera y un presupuesto específico para esos traslados, ya que pueden requerir viajar de un lado a otro del país.
Es necesario, agregó “homologar las leyes de los estados con convenios internacionales” y capacitar – no solamente sensibilizar – a juzgadores e impartidores de justicia. Pidió que se garantice la guardia y custodia a la madre una vez que entra al refugio y que se cumplan las ordenes de protección.


El maltrato en el entorno familiar

El maltrato puede extenderse al entorno familiar. En R contra Murray (2001) 2 Cr. App. R. (S) 5, el joven acusado cogió una palanca de hierro de la víctima (su padrastro), le agredió y le mató después de haber sufrido continua violencia y maltrato durante años tanto hacia él como hacia su madre. Al reducir la pena privativa de libertad de cinco años de detención a dieciocho meses de detención y orden de formación, el Tribunal de Apelación dijo que el juez de primera instancia no había dado la importancia apropiada al largo periodo de maltrato y de provocación cumulativa que había experimentado el acusado.



Finalmente, en R contra T (1990) Crim. LR 256 se ofrecieron pruebas clínicas para demostrar que la acusada padecíatrastorno por estrés postraumático tras una violación ocurrida tres días antes. Esto se hizo para justificar un robo a mano armada en el que la acusada estaba implicada y en la que apuñaló a su víctima y le robó el bolso de su choche. Tal trastorno es muy similar, en efectos, a una conmoción cerebral provocada por un golpe, por lo que Sothan J. permitió que se aplicara la defensa automática para ir ante el jurado, aceptando que un incidente como una violación podría causar un efecto traumático en una joven, aunque ésta fuera una persona equilibrada. Así mismo, esto podría corroborar lo que se expuso en R contra Quick & Paddison de que existen pruebas de un "factor externo" que provocan un mal funcionamiento del cerebro. El estrés postraumático en el que las pruebas sugerían que la acusada estaba actuando como si estuviera en un "sueño", podía además equivaler a automatismo. El jurado, sin embargo, la declaró culpable. Para más detalles, ver automatismo (case law).

Defensa de la mujer maltratada

La defensa de la mujer maltratada es una defensa legal que representa que en el momento del suceso, la persona acusada de cometer una agresión o un asesinato sufría de síndrome de la persona maltratada. Debido a que la defensa es casi invariablemente recurrida por mujeres, en los juzgados y tribunales normalmente se califica como síndrome de la mujer maltratada. A pesar de que la medicina tiende a no especificar géneros, se ha persuadido a la legislación para remediar la parcialidad de género en la defensa de casos de defensa propia admitiendo pruebas de dicha enfermedad o síndrome. De este modo, esto se convierte en una referencia para cualquier persona, ya que la continua y extrema violencia doméstica normalmente implica maltrato físico por parte de la pareja, lo que hace que la persona sufra depresiones y sea incapaz de tomar cualquier decisión por su cuenta que le permita escapar del maltrato. Esta patología explica por qué las personas maltratadas no solicitan ayuda, no luchan contra el culpable del maltrato o se lo permiten. Las personas que lo padecen tienen bajo autoestima y a menudo creen que el maltrato es por su culpa. Dichas personas, normalmente rechazan presentar cargos contra el maltratador, así como cualquier ofrecimiento de ayuda y a menudo se vuelven agresivas con aquellos que intentan ayudarles.
Este síndrome ha sido problemático ya que no existe consenso entre médicos sobre si el maltrato acaba en una enfermedad mental lo suficientemente grave como para excusar al presunto delincuente. No obstante, la legislación hace referencia a una enfermedad psicológica, pese a que ni siquiera en la clasificación médica redactada hoy en día se incluye el síndrome en el sentido en que lo utilizan los abogados.


Feminicidio

El feminicidio o femicidio es el homicidio de mujeres motivado por su condición de mujer. Se trata de un término más específico que el de homicidio y serviría para dar visibilidad a las motivaciones últimas de una mayoría de los homicidios de mujeres: la misoginia y el machismo; siendo «la forma más extrema de violencia contra la mujer».


El feminicidio es el crimen contra las mujeres por razones de género. Es un acto que no responde a una coyuntura ni actores específicos, pues se desarrolla tanto en tiempos de paz como en tiempos de conflicto armado y las mujeres víctimas no poseen un perfil único de rango de edad ni de condición socioeconómica. Sin embargo, existe mayor incidencia de la violencia en mujeres en edad reproductiva. Los autores de los crímenes tampoco responden a una especificidad ya que estos actos pueden ser realizados por personas con quienes la víctima mantiene un vínculo afectivo, amical o social, como por ejemplo familiares, parejas, enamorados, novios, convivientes, cónyuges, exconvivientes, excónyuges o amigos. También es realizado por personas conocidas, como vecinos, compañeros de trabajo y de estudio; de igual forma que por desconocidos para la víctima. Asimismo, puede ser perpetrado de manera individual o colectiva, e incluso por mafias organizadas.
Flora Tristán
El término feminicidio se está extendiendo, principalmente, en América Latina y el Caribe, siendo la castellanización de feminicide acuñado por Diana Russel y Jill Radford en su texto Feminicide. The politics of women killing, de 1992.
Flora Tristán, haciéndose eco de movimientos feministas, considera que la aceptación y extensión del término feminicidio permitiría evidenciar mejor la magnitud de este tipo de violencia contra la mujer, sería un tipo de homicidio específico en el que concurren causas históricas y que actualmente supone un grave problema social.
Los datos recogidos por el Centro de Mujeres de Perú (CMP) referidos a los años 2003, 2004 y 2005 revelaron que más del 64% de las víctimas de feminicidio mantenían una relación afectiva con el agresor; y únicamente el 12% de estos agresores eran desconocidos para el entorno de la víctima.


Ablación del clitoris

La ablación del clítoris, la mutilación genital femenina, es otra forma de violencia contra la mujer. Se calcula que anualmente se le practica a dos millones de mujeres. La ablación reduce a las mujeres a «una mera función reproductora» anulando su sexualidad.





Las consecuencias de la ablación comienzan en el momento de la intervención con un dolor insoportable y la posibilidad de producir la muerte de la víctima; prolongándose las secuelas durante el resto de la vida con dolores crónicos, problemas durante el parto y generando en la mujer la imposibilidad de mantener relaciones sexuales satisfactorias. A las secuelas físicas habría que añadir las psíquicas: la mujer a la que se le ha practicado la ablación es consciente de la mutilación a la que ha sido sometida pudiendo perder su autoestima.
Es la expresión más visible de los esfuerzos del hombre por dominar a la mujer, su finalidad sería la de «calmar» las inclinaciones sexuales de la mujer y «garantizar su fidelidad al esposo».
La ablación se practica, principalmente, en comunidades de países africanos subsaharianos y, aunque mayoritariamente es practicada por comunidades musulmanas, también se practica en comunidades animistas, cristianas y judías. Entre los países donde se practica la ablación se encuentran: Nigeria, Senegal, Sudán, Egipto, Etiopía (de mayoría cristiana), Pakistán, Indonesia, Malasia,… «Es una tradición cultural y no religiosa, aunque coincida que sea en los países islámicos donde más frecuentemente se practique. […] En la mayoría de las comunidades musulmanas no se aplica la ablación, pero el imaginario social y religioso la ha asociado al Islam».
La ablación es, en muchos casos, llevada en secreto por las comunidades que la practican. Se trata de una tradición muy difícil de erradicar ya que puede ocurrir que padres, principalmente madres, aún mostrándose en desacuerdo, se sientan en la obligación de practicarla a sus hijas ante el temor de no poderlas casar.
La experiencia nos ha enseñado que no hay que dejar de repetir qué es la mutilación sexual para convencer de la necesidad absoluta de erradicar una práctica abyecta que reduce a las mujeres a una mera función reproductora y desprecia su dignidad como seres humanos.
Linda Weil-Curiel.

Explotación sexual

Según fuentes de la UNODC, durante la década 1990-2000, el tráfico de personas con destino en la prostitución se cobró 33 millones de víctimas, tres veces más que el tráfico de esclavos africanos durante cuatrocientos años calculado en 11.500.000 personas.


Este, también, es un crimen universal. Las mujeres captadas con engaños o por la fuerza pueden pertenecer a cualquier país, principalmente países donde la población sufre carencias económicas o países en guerra, y el destino puede ser su propio país o cualquier otro, en este caso, principalmente países ricos.
La explotación sexual convierte a las víctimas en esclavas. Los proxenetas se enriquecen manteniendo a las víctimas en condiciones infrahumanas, atemorizadas y amenazadas, obligadas a ejercer la prostitución en condicciones de explotación.





Desde el feminismo se ve como medio para combatir este tráfico el combatir la prostitución, acabar con el comercio sexual que, consideran, degrada a la mujer. El debate sobre la prostitución está abierto, existiendo grupos, entre ellos grupos de mujeres dedicadas a la prostitución, que consideran esta elección un derecho, y organizaciones feministas dispuestas a erradicarla.

La violación con arma de guerra

En tiempos de guerra las mujeres se convierten en objetivo para castiga a la comunidad enemiga. Las guerras en Bosnia y Ruanda pusieron de manifiesto la realidad de las violaciones sistemáticas en tiempos de guerra, en el presente y en la historia.

Nunca se tendrán cifras ciertas sobre estos hechos, el sentimiento de vergüenza de las víctimas mayoritariamente las mantendrá en silencio y, también, a estas violaciones, en numerosos casos, les sigue el asesinato. Se estima que por cada denuncia se han producido cien casos no denunciados. En la guerra de la antigua Yugoslavia, la comisión Warburton calculó el número de víctimas en 20.000, mientras algunas ONGs elevaban esta cifra a 50.000. El portavoz de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, Tadeuz Mozoviecki, y el informe elaborado por la comisión Bassiouni, presentado en mayo de 1994, coincidieron en afirmar el carácter sistemático de las violaciones.

En el cuerpo de la mujer se escenifica el odio hacia el enemigo y las ansias de su destrucción: la violación puede ser pública, en presencia de sus familiares; a padres y familiares se les fuerza a su vez a violar a sus hijas y seres queridos. Mujeres, niñas y niños serían las víctimas escogidas. Todo en un intento de anularles como personas y de perpetuar la victoria sobre la comunidad sojuzgada cargando a sus mujeres con los hijos de sus enemigos.
La violación es el crimen de profanación por excelencia contra el cuerpo femenino, y, consecuentemente, contra toda promesa de vida del conjunto de la comunidad. De ahí que pueda definirse antropológicamente como una tentativa de invadir el espacio histórico del otro insertando en su árbol genealógico al hijo del enemigo «étnico».
Véronique Nahoum-Grappe.

Violación

Las violaciones son una realidad mundial. Tanto en los países ricos como en los pobres, pese a las diferencias culturales, religiosas y sociales las mujeres siguen consideradas frecuentemente como meros objetos
Sandrine Treiner.
«La violación es, sin ningún género de dudas, la forma más evidente de dominación ejercida, de manera violenta, por los hombres sobre las mujeres».En ella se traslucen los iconos atávicos presentes aún en la mente del hombre, lo que se conoce como machismo: implica un menosprecio de la mujer considerándola como mero objeto destinado a satisfacer las apetencias sexuales y la convicción de que la mujer debe estar sometida al hombre. No supone considerar a la mujer inferior al hombre en una cuestión de grado sino el considerarla un ser inferior, un ser con el que se pueden cometer todo tipo de excesos.
Más del 14% de las mujeres Estadounidenses mayores de 17 años admiten haber sido violadas. Esta cifra se podría extrapolar a otras sociedades occidentales. Y aunque en países este porcentaje puede bajar (8% en Canadá, 11,6 en Suiza, 5,9 en Finlandia), en Sudáfrica, uno de los países en los que el problema es más preocupante, el porcentaje sube al 25% con 1.500.000 violaciones cada año. Nuevamente es el ámbito de la familiar donde se produce el mayor porcentaje de violaciones, probablemente más del 70%.
Las cifras ponen de relieve la dimensión de la violación como abuso de poder y confianza, y echan por tierra la tendencia culpabilizadota de tantas sociedades que consideran que las víctimas de las violaciones son unas mujeres imprudentes que tienen comportamientos arriesgados: atuendos provocativos, salidas nocturnas, Etc.
Sandrine Treiner.
Serían las mujeres con unos mayores niveles de formación e independencia las que más estarían expuestas a ser violadas. Estarían más expuestas a ser violadas aquellas mujeres con mayor determinación ante los requerimientos sexuales no deseados; lo que indicaría que muchas violaciones no llegan a producirse al ceder las mujeres ante relaciones sexuales impuestas. Por lo que al hecho de la violación habría que sumar el de la imposición de relaciones sexuales no deseadas, forma de violación que no figuraría en las estadísticas.
La sexualidad no siempre resulta una elección para la adolescente: un 15,4 por 100 de las chicas declaraban «haber sufrido una o varias relaciones sexuales “bajo coerción” o “a la fuerza”». Entre ellas, las tres cuartas partes de las relaciones impuestas lo habían sido por otros jóvenes y, con mayor frecuencia, por jóvenes conocidos.
Raquel Osborne.
La violación produce efectos devastadores que van más allá de los causados por la violencia ejercida. Las mujeres violadas pueden caer en profundas depresiones, pudiendo llegar a suicidarse, pueden cambiar su carácter volviéndose más retraídas, caer en el consumo de alcohol o drogas,… El sida o quedar embarazadas de su agresor son también sus posibles consecuencias. Las mujeres victimas de la violación sufren una doble agresión, a la del agresor se suma la de la familia y la comunidad. La mujer violada queda estigmatizada por una familia y una sociedad que depositan su honor en su cuerpo. En según que culturas puede ser asesinada por miembros de su propia familia para «lavar su honor» o sufrir su rechazo y el de la comunidad.
Lo cierto es que la tradición tribal iraquí no les deja elección: cuando una mujer es «mancillada» por una violación o por un acto sexual extramatrimonial, está poniendo en peligro el honor de su familia y de toda la tribu. A la violación se responde con represalias, pero lo primero es eliminar la «mancha», para lo que es necesario eliminar físicamente a la mujer
         Cecilé Hernion

Violencia contra la mujer en la pareja

La violencia contra la mujer por parte de su pareja o ex-pareja está generalizada en el mundo dándose en todos los grupos sociales independientemente de su nivel económico, cultural o cualquier otra consideración. Aún siendo de difícil cuantificación, dado que no todos los casos trascienden más allá del ámbito de la pareja, se supone que un elevado número de mujeres sufren o han sufrido este tipo de violencia. Estudios realizados en países por desarrollar arrojan una cifra de maltrato en torno al 20%, encontrándose los índices más bajos en países de Europa, en Estados Unidos, Canadá, Australia y Japón con cifras en torno al 3%.

«Es un hecho que en una relación de pareja la interacción entre sus miembros adopta formas agresivas». En todas las relaciones humanas surgen conflictos y en las relaciones de pareja también. Las discusiones, incluso discusiones acaloradas, pueden formar parte de la relación de pareja. En relaciones de pareja conflictivas pueden surgir peleas y llegar a la agresión física entre ambos. Esto, que podría alcanzar cotas de violencia que serían censurables y perseguibles, formaría parte de las dificultades a las que se enfrentan las parejas. El maltrato nada tiene que ver con esto; en el maltrato el agresor siempre es el mismo: «Por definición, el conflicto es una modalidad relacional que implica reciprocidad y es susceptible de provocar un cambio. Por el contrario, el maltrato, aunque adopte las mismas formas –agresiones verbales y físicas-, es unilateral, siempre es la misma persona la que recibe los golpes».

En la pareja el maltrato es mayoritariamente ejercido por él contra ella. Tiene unas causas específicas: los intentos del hombre por dominar a la mujer, la baja estima que determinados hombres tienen de las mujeres; causas que conducen a procurar instaurar una relación de dominio mediante desprecios, amenazas y golpes.
Los rasgos más visibles del maltrato son las palizas y los asesinatos, son los que trascienden del ámbito de la pareja; sin embargo, los maltratos de «baja intensidad», los maltratos psíquicos que mantenidos en el tiempo socavan la autoestima de la mujer, son los que mayoritariamente se dan.Cuando trasciende un caso de maltratos, la mujer puede llevar años sufriéndolos. Y si los maltratos pueden producirse en cualquier etapa de la historia de la pareja, es en el momento de la ruptura y tras esta, si se produce, cuando llegan a exacerbarse.
Es frecuente tratar el tema de los maltratos como casos individuales, los maltratadores sufrirían una suerte de trastornos que les conducirían a maltratar a la mujer y a ésta, en su fragilidad, a recibir esos maltratos. Esta sería una visión del problema tranquilizadora que no pondría en cuestión el modelo patriarcal.
El modelo psicopatológico explica la violencia como resultado de conductas desviadas propias de ciertos individuos cuya historia personal está caracterizada por una grave perturbación. Este enfoque, al fin y al cabo tranquilizador, habla de un «otro», un «enfermo» o «delincuente», al que, después de examinarlo, se le puede castigar o tratar médicamente. Desde el punto de vista feminista la violencia masculina se percibe como un mecanismo de control social que mantiene la subordinación de las mujeres respecto de los hombres. La violencia contra las mujeres se deriva de un sistema social cuyos valores y representaciones asignan a la mujer el status de sujeto dominado.
Maryse Jaspard.
Las consecuencias últimas de la violencia contra la mujer en la pareja son la de decenas o cientos de mujeres muertas cada año, en los diferentes países, a manos de sus parejas o ex-parejas.

Violencia contra la mujer en la familia

La violencia contra la mujer comienza en la infancia y es en la familia donde principalmente se ejerce esa violencia. La infancia es especialmente vulnerable a la violencia y la niña sufre un plus añadido por su condición femenina. A la ablación, generalizada en determinadas comunidades e ineludiblemente ligada al sexo femenino, el comercio sexual que puede arrancar ya en el seno de la familia con la venta de la niña, o el infanticidio y los abusos sexuales, más frecuentemente ligados al sexo femenino, se une una más estricta autoridad paterna, ejercida también por hermanos, y una educación discriminatoria que limita sus expectativas vitales.

El infanticidio femenino es habitual en determinadas culturas. «En la India la proporción entre hombres y mujeres es la más desigual del mundo».En Pakistán y Bangladesh existen parecidos desequilibrios y en regiones de China el infanticidio femenino está generalizado. Una percepción de la mujer devaluada, costumbres discriminatorias, considerar la educación de las niñas como una carga y los deseos del padre de perpetuar el apellido mediante un varón serían las causas de estos infanticidios. «En algunas zonas de Pakistán –y también en el vecino Afganistán- el nacimiento de una niña va acompañado de ritos de duelo».En China, la imposición del «hijo único» en 1978, en un país con una marcada y ancestral preferencia por la descendencia masculina, multiplicó este tipo de infanticidios.En la actualidad, la posibilidad de detectar el sexo durante el embarazo ha venido a agravar el problema con abortos selectivos.
Más del 80% de las violaciones las perpetran miembros de la familia de la víctima, y mayoritariamente a edades muy tempranas, cuando esta no pasa de ser una niña. Padres, abuelos, tíos,... Adultos en los que ella confía pasan a ser sus agresores. Este es un problema mundial que en muchas ocasiones no trasciende más allá de los límites de la propia familia, la niña sufre la violencia en silencio, avergonzada y con sentimientos de culpa.

La venta de niñas sería otra violencia sufrida por la mujer en la infancia y en la familia. Estas ventas pueden tener diversas finalidades, pero el lucrativo negocio de la prostitución, las enfermizas inclinaciones sexuales de clientes, unido a la miseria en la que se ven sumidas muchas familias han extendido el comercio de niñas, menores de diez años en muchos casos, destinadas a la explotación sexual.Podríamos decir que es un problema limitado a determinados países no occidentales, pero es occidente desde donde parten los clientes en un «turismo sexual» que está adquiriendo auge. «El llamado "turismo sexual" es una de las formas contemporáneas del saqueo al que viven sometidos los países pobres. […] Según la UNICEF existen en torno a doscientos mil adeptos del turismo sexual» (cuatro de cada diez turistas que visitan Tailandia lo hacen solos).


A estas violencias, aún habría que sumar otras muchas de menor carácter que irían desde un mayor autoritarismo paterno y familiar, a los matrimonios forzosos. La violencia ejercida contra la mujer, sea cual sea su naturaleza, tiene como marco preferente la familia.

Prevención

El principal camino para acabar con la violencia de género es la prevención. Esto incluye, por supuesto, un cambio global en la forma de ver las relaciones entre mujeres y hombres, un cuestionamiento de los roles sociales y estereotipos, del lenguaje, etc. Estos cambios deben partir de las personas adultas con el objetivo de que se transmitan eficazmente a niños y niñas.



Además, tu puedes prevenir y evitar implicarte en una relación que puede llegar a ser violenta:
·    En primer lugar, detectar manipulaciones, aproximaciones no solicitadas, desconfiar de promesas que no tienen sentido en un momento de la relación, tener claro que decir que “no” a algo no es negociable, alejarse cuando esa persona que se te acerca tratando de hacerte ver que tenéis mucho en común o que le debes algo. Para todo esto es muy importante confiar en tu intuición, en las sensaciones de desasosiego que te producen. Cuando conoces a alguien le evalúas igualmente, valoras si esa persona encaja contigo; solo es importante que a partir de ahora incluyas también estos puntos si quieres prevenir encontrarte en una relación violenta. Valora sus ideas sexistas, cómo fueron sus relaciones anteriores (si rompió él o no, cómo habla de ellas…), etc.
·    Además, valora tus propias ideas respecto al amor y la pareja, el papel de la mujer en la misma, a qué se debe renunciar por amor.., etc.
·    Y ante todo, conociéndote a ti misma y teniendo claros tus valores. Si los valores de la otra persona entran en conflicto con los tuyos, debes saber reconocerlo y no aceptar en ningún caso renunciar a aquello que es importante para ti.

Tratamiento

En muchas ocasiones es necesaria una intervención previa, que la mujer pase por un período de reflexión y quizá varios intentos de salir de esa relación violenta, con ayuda terapéutica o sin ella, hasta que tome la decisión definitiva. A partir de entonces, el apoyo psicológico se centrará en varios aspectos, valorando previamente las necesidades y demandas individuales de cada paciente.

Deberemos evaluar cuáles han sido las secuelas concretas que ha dejado la situación vivida en esa persona, y graduarlas para establecer un orden para el tratamiento.
Algunas de las intervenciones más habituales y básicas para su recuperación serían:
  • Información sobre la violencia de género, causas y origen, mitos, etc.
  • Reducción de la activación y la ansiedad en las formas en que se manifieste (insomnio, agorafobia, crisis de pánico, etc).
  • Fomento de la autonomía, tanto a un nivel puramente psicológico, a través de un cambio de ideas distorsionadas sobre sí misma y el mundo, como a nivel social, económico, etc, orientándola en la búsqueda de empleo, recuperando apoyos sociales y familiares,…

Consecuencias psicologicas para la mujer maltratada

El síndrome de la mujer maltratada, definido por Walker y Dutton se define como una adaptación a la situación aversiva caracterizada por el incremento de la habilidad de la persona para afrontar los estímulos adversos y minimizar el dolor, además de presentar distorsiones cognitivas, como la minimización, negación o disociación; por el cambio en la forma de verse a sí mismas, a los demás y al mundo. También pueden desarrollar los síntomas del trastorno de estrés postraumático, sentimientos depresivos, de rabia,  baja autoestima, culpa y rencor; y suelen presentar problemas somáticos, disfunciones sexuales, conductas adictivas y dificultades en sus relaciones personales.
Enrique Echeburúa  y Paz del Corral equiparan estos efectos al trastorno de estrés postraumático, cuyos síntomas y características, sin duda, aparecen en algunas de estas mujeres: re-experimentación del suceso traumático, evitación de situaciones asociadas al maltrato y aumento de la activación. Estas mujeres tienen dificultades para dormir con pesadillas en las que reviven lo pasado, están continuamente alerta, hipervigilantes, irritables y con problemas de concentración.
Además, el alto nivel de ansiedad genera problemas de salud y alteraciones psicosomáticas, y pueden aparecer problemas depresivos importantes.

Desarrollo del síndrome de la mujer maltratada

Marie-France Hirigoyen  diferencia entre dos fases en las consecuencias, las que se producen en la fase de dominio y a largo plazo.
En la primera fase, la mujer está confusa y desorientada, llegando a renunciar a su propia identidad y atribuyendo al agresor aspectos positivos que la ayudan a negar la realidad. Se encuentran agotadas por la falta de sentido que el agresor impone en su vida, sin poder comprender lo que sucede, solas y aisladas de su entorno familiar y social y en constante tensión ante cualquier respuesta agresiva de su pareja. 
Marie-France Hirigoyen habla de consecuencias a largo plazo refiriéndose a las etapas por las que pasan las víctimas a partir del momento en que se dan cuenta del tipo de relación en la que están inmersas. Durante esta fase, las mujeres pasan un choque inicial en el que se sienten heridas, estafadas y avergonzadas, además de encontrarse apáticas, cansadas y sin interés por nada.

Ciclo de la violencia Física

Lenore Walker definió el Ciclo de la violencia a partir de su trabajo con mujeres, y actualmente es el modelo más utilizado por las/los profesionales.

El ciclo comienza con una primera fase de Acumulación de la Tensión, en la que la víctima percibe claramente cómo el agresor va volviéndose más susceptible, respondiendo con más agresividad y encontrando motivos de conflicto en cada situación.

La segunda fase supone el Estallido de la Tensión, en la que la violencia finalmente explota, dando lugar a la agresión.

En la tercera fase, denominada de “Luna de Miel” o Arrepentimiento, el agresor pide disculpas a la víctima, le hace regalos y trata de mostrar su arrepentimiento. Esta fase va reduciéndose con el tiempo, siendo cada vez más breve y llegando a desaparecer. Este ciclo, en el que al castigo (agresión) le sigue la expresión de arrepentimiento que mantiene la ilusión del cambio, puede ayudar a explicar la continuidad de la relación por parte de la mujer en los primeros momentos de la misma.



Este ciclo pretende explicar la situación en la que se da violencia física, ya que la violencia psicológica no aparece de manera puntual, sino a lo largo de un proceso que pretende el sometimiento y control de la pareja.

Mitos sobre la violencia de género

Habitualmente se justifica y se trata de dar explicación a este tipo de violencia atendiendo a:
  • Características personales del agresor (trastorno mental, adicciones), ·  
  • Características de la víctima (masoquismo, o la propia naturaleza de la mujer, que “lo busca, le provoca, es manipuladora…”),
  • Circunstancias externas (estrés laboral, problemas económicos),
  • Los celos (“crimen pasional”),
  • La incapacidad del agresor para controlar sus impulsos, etc.
  • Además existe la creencia generalizada de que estas víctimas y sus agresores son parejas mal avenidas (“siempre estaban peleando y discutiendo”), de bajo nivel sociocultural y económico, inmigrantes… Es decir, diferentes a “nosotros”, por lo que “estamos a salvo”.
Aquellos hombres que son alcohólicos y maltratan a sus mujeres, sin embargo no tienen, en su gran mayoría, problemas o peleas con otros hombres, con su jefe o su casero.  El estrés laboral o de cualquier tipo afecta realmente a mucha gente, hombres y mujeres, y no todos se vuelven violentos con su pareja.
En el fondo, estas justificaciones buscan reducir la responsabilidad y la culpa del agresor, además del compromiso que debería asumir toda la sociedad para prevenir y luchar contra este problema.

Tipos de violencia

·     Física. La violencia física es aquella que puede ser percibida objetivamente por otros, que más habitualmente deja huellas externas. Se refiere a empujones, mordiscos, patadas, puñetazos, etc, causados con las manos o algún objeto o arma. Es la más visible, y por tanto facilita la toma de conciencia de la víctima, pero también ha supuesto que sea la más comúnmente reconocida social y jurídicamente, en relación fundamentalmente con la violencia psicológica.
·   Psicológica. La violencia psíquica aparece inevitablemente siempre que hay otro tipo de violencia. Supone amenazas, insultos, humillaciones, desprecio hacia la propia mujer, desvalorizando su trabajo, sus opiniones... Implica una manipulación en la que incluso la indiferencia o el silencio provocan en ella sentimientos de culpa e indefensión, incrementando el control y la dominación del agresor sobre la víctima, que es el objetivo último de la violencia de género.
·    Dentro de esta categoría podrían incluirse otros tipos de violencia que llevan aparejado sufrimiento psicológico para la víctima, y utilizan las coacciones, amenazas y manipulaciones para lograr sus fines.
·    Se trataría de la violencia “económica”, en la que el agresor hace lo posible por controlar el acceso de la víctima al dinero, tanto por impedirla trabajar de forma remunerada, como por obligarla a entregarle sus ingresos, haciendo él uso exclusivo de los mismos (llegando en muchos casos a dejar el agresor su empleo y gastar el sueldo de la víctima de forma irresponsable obligando a esta a solicitar ayuda económica a familiares o servicios sociales).
·   También es habitual la violencia “social”, en la que el agresor limita los contactos sociales y familiares de su pareja, aislándola de su entorno y limitando así un apoyo social importantísimo en estos casos.
·     Sexual. “Se ejerce mediante presiones físicas o psíquicas que pretenden imponer una relación sexual no deseada mediante coacción, intimidación o indefensión” (Alberdi y Matas, 2002). Aunque podría incluirse dentro del término de violencia física, se distingue de aquella en que el objeto es la libertad sexual de la mujer, no tanto su integridad física. Hasta no hace mucho, la legislación y los jueces no consideraban este tipo de agresiones como tales, si se producían dentro del matrimonio.

domingo, 24 de abril de 2011

Dos casos de violencia de género en Madrid y Barcelona


Noche trágica, con 2 nuevos casos de supuesta violencia de género. El primero ocurría en Barcelona. Una mujer ha sido hallada muerta en este piso. Junto a ella se encontraba un hombre herido, que ya ha sido detenido como sospechoso del homicidio. Ambos son dominicanos. En Madrid, otra mujer está herida después de que su ex pareja, de origen pakistaní, intentara matarla. La mujer, española, se encontraba trabajando en esta panadería. Su jefe, que intentó evitar la agresión, también ha resultado herido. Además, sobre el agresor pesaba una orden de alejamiento.


Los Mossos d'Esquadra han detenido al compañero de una mujer hallada muerta en su piso del Paseo de Gracia de Barcelona. El presunto agresor ha sido encontrado herido por arma blanca en la misma vivienda.
El hombre, Pedro Pascual M.C., de 27 años, ha  trasladado a un centro hospitalario en el que permanece ingresado bajo custodia policial.

La policía catalana ha informado de recibieron un aviso de los vecinos en el que informaban de que se estaba produciendo una pelea en el interior de una de las viviendas del inmueble. Al llegar al lugar, los agentes encontraron muerta a la mujer, cuyo nombre y edad no se ha facilitado, y a su compañero herido por arma blanca.
Si se confirma, éste será el primer asesinato machista que se produce en Cataluña este año 2011.




Obsesionado con su mujer
Un hombre, de origen paquistaní, ha protagonizado el otro incidente de violen cia machista en las últimas horas. Se presentó con un cuchillo en la panadería donde trabajaba su ex mujer con la que estaba obsesionada. El dueño del negocio salió en defensa de la mujer y recibió una puñalada en el costado. Ella sufrió cortes en el brazo y una pierna.
Finalmente el panadero logró reducirlo y lo encerró dentro del local. Hussein se clavó el puñal en el abdomen y ha sido ingresado en un centro hospitalario. Un juez había impuesto a Hussein esta semana una orden de alejamiento de su ex mujer, de la que está separado desde hace tres años






Griñán lamenta los nuevos casos de violencia de género, que son una "forma de terrorismo"

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, ha lamentado los nuevos casos de violencia de género que se han producido en la comunidad en las últimas horas y que han supuesto la muerte de dos mujeres, y ha indicado que ante cualquier síntoma de malos tratos, "todos tenemos que ponernos en contra del maltratador".

En declaraciones a RNE recogidas por Europa Press, el presidente de la Junta ha insistido en su opinión de que la violencia de género es una "forma de terrorismo" porque es una "forma de imponerse por la fuerza y además, siempre tiene con carácter previo, una manera de aterrorizar a la persona".
Para el presidente, la colaboración de las fuerzas de seguridad es "impecable" y ha recordado que hay leyes y normativas muy adecuadas para combatir este fenómeno, al tiempo que ha estimado que tiene que haber también mayor valentía social, no sólo de la persona que tiene que denunciar, sino del entorno de la mujer, que tiene que apoyarla en su denuncia, sobre todo, la familia.
"Cuando haya cualquier síntoma de malos tratos, todos tenemos que ponernos en contra del maltratador y considerar que un maltrato no es algo que esté en el ámbito de lo privado, sino que es algo que está en el ámbito de lo público porque entra en el Código Penal", ha indicado.
El presidente de la Junta ha abogado por una labor de concienciación colectiva, ciudadana y familiar que "tenemos que hacer todos y cada uno de nosotros, porque esto es verdaderamente ya insufrible".

jueves, 7 de abril de 2011

Caso curioso de violencia contra hombres

Un nuevo caso de violencia de género contra hombres ha tenido lugar en la provincia de Alicante en escasos siete días, en lo que supone un arranque de año nunca visto en este tipo de sucesos. Primero fue en Benidorm y luego Elche esta misma semana cuando una joven magrebí degollaba a su pareja en el interior de un automóvil.
Guardamar del Segura ha sido la localidad donde se registró la tercera agresión. En la madrugada del sábado, una mujer de nacionalidad británica fue detenida por apuñalar a su compañero sentimental, un compatriota de 40 años.
Los hechos ocurrieron poco después de las seis de la madrugada en el interior de una vivienda de la urbanización El Raso, situada cercana a la Nacional 332, en un enclave rural.
Según confirman fuentes policiales, la mujer, de unos 56 años, fue detenida por efectivos de la Guardia Civil. El hombre, cuando fue asistido, presentaba una fuerte contusión en la parte frontal de la cabeza, así como una herida no penetrante en el tórax por arma blanca, lo que fue motivo de su traslado en una unidad del SAMU hasta el cercano hospital de Torrevieja, donde permanece ingresado.
Asimismo, fue necesaria la intervención de los bomberos, ya que se inició un pequeño fuego en el dormitorio de la vivienda, al parecer provocado accidentalmente por una colilla mal apagada.
La agresión se debe a las discusiones en el seno de la pareja, pero los vecinos no conocían las desavenencias. Lo intempestivo de la hora y el hecho de que la zona donde la pareja convivía está habitada por extranjeros que viven en residencias valladas y con poca comunicación entre ellos, contribuyó a que la noticia se conociese bien entrada la mañana.
Por otra parte, la titular del juzgado de instrucción número 3 de Elche decretó a última hora de la mañana de ayer la prisión provisional, comunicada y sin fianza para la mujer marroquí detenida el pasado jueves tras degollar a su pareja sentimental en el interior de un automóvil en el barrio ilicitano de Carrús.
La decisión se produjo después del interrogatorio de la detenida en el Palacio de Justicia. La mujer fue trasladada a prisión, donde permanecerá mientras se procede a la instrucción de la causa, que ha sido abierta por homicidio en grado de tentativa, según informó el Tribunal Superior de Justicia
A su llegada al juzgado, miembros de una asociación de mujeres marroquíes le trasladó su apoyo, mientras que familiares de la víctima, que esparaban a la salida, la despidieron con gritos de «¡Asesina!». Uno de ellos, una mujer, sufrió un ataque de ansiedad, por lo que necesitó la asistencia de una ambulancia.

viernes, 25 de marzo de 2011

Información para jovenes adolescentes

 ¿Qué es una relación?

Una relación es cuando dos personas se quieren, se respetan y se divierten estando juntas.
- Es aceptarse mutuamente y querer a la otra persona con sus virtudes y sus defectos.
- Es tratarse bien, con ternura y sin faltarse el respeto.
- Es saber escuchar a la otra persona y poder contarle tus problemas, inquietudes y deseos.
- Es una unión de sentimientos, en el que una persona no se impone sobre la otra.
- Es tener confianza mutua y no comprobar si lo que hace o dice tu pareja es verdad.
- Es tener diferentes puntos de vista y poder dialogar sobre ellos sin que ninguno imponga su opinión. En la variedad está el gusto.
- Es compartir experiencias y momentos juntos y es poder disfrutar de tiempo y espacio para uno/a mismo/a, para estar con las amistades, la familia o realizar nuestro hobby favorito sin que nos moleste que nuestra pareja también lo haga.
- Es no abusar de la pareja pidiéndole constantemente que haga cosas por el otro.
- Es poder expresarnos con toda libertad y sin temor a que nuestra pareja se enfade por decir lo que pensamos o a que nos prohíba algo.
- Es cuando ninguno se enfada si el otro nos lleva la contraria.
- Es valorar el esfuerzo y el trabajo de mi pareja.
- Es cuando nadie impone su voluntad.
- Es aceptar y respetar las opiniones, los gustos, actividades y amistades de la otra persona.
- Es apoyarse y ayudarse mutuamente en planes y proyectos aunque éstos no siempre coincidan.
- Es reconocer cuando nos hemos pasado o equivocado.
- Es entender que a veces hay que ceder para estar de acuerdo en una decisión.
- Es cuando las decisiones que nos afectan a los dos son el resultado de un acuerdo mutuo.

Concepto erróneo de relación

- En una relación no debe haber problemas, discusiones ni peleas.
- Lo ideal es que las dos partes de la pareja quieran estar siempre juntos y que compartan todo.
- En una relación, todas las necesidades están cubiertas.
- En una relación es mejor que los dos sean iguales, que tengan los mismos gustos y que tengan las mismas aficiones.
- Es una relación hay que tener las mismas amistades obligatoriamente.
- En una relación el varón siempre tiene que tomar la iniciativa y decidir sobre las cuestiones importantes.



¿Que hacer si acabas de sufrir una agresión?

Además de seguir las medidas del plan de seguridad, si sufres una agresión, es necesario que realices algunas actuaciones que serán de gran utilidad en los procedimientos judiciales, penales o civiles, que inicies con posterioridad. La mayoría de estas actuaciones tienden a que quede aprobada la realidad de la agresión y otras tienen como finalidad tu protección.
1. LLAMA A LA POLICIA: da tu nombre y la dirección donde te encuentras y solicita ayuda. La Policía mandará una patrulla al lugar donde ha ocurrido la agresión; mientras ésta llega es conveniente que sigas rigurosamente sus indicaciones.



Es posible que la Policía proceda a la detención del agresor, trasladándolo a la Comisaría.
2. Si puedes, AVISA A ALGÚN VECINO/O FAMILIAR QUE PUEDA PRESENCIAR y posteriormente declarar como testigo en el procedimiento judicial sobre:
Tu estado físico (golpes, heridas, erosiones, hinchazones, etcétera) y anímico (miedo, angustia) después de la agresión.
La situación física y anímica de los/as hijos/as.
Los daños producidos en la vivienda, las ropas, los enseres...
La actitud del agresor.
3. RECOGE Y GUARDA toda la DOCUMENTACIÓN PERSONAL tuya y de tus hijas/os (DNI, Tarjeta de Residencia o Pasaporte, Libro de Familia, Cartilla o Tarjetas de la Seguridad Social, libreta, talonario o tarjeta bancaria,...) así como aquélla que va a resultar útil en los procedimientos judiciales (DOCUMENTOS ACREDITATIVOS DE LOS INGRESOS Y DE LOS GASTOS FAMILIARES: nóminas, justificantes de pago de horas extras, recibos del alquiler, facturas de electricidad, teléfono, seguro médico, pediatras, farmacia, supermercado, gastos de escolaridad de las/los hijas/os y actividades extraescolares; DOCUMENTOS ACREDITATIVOS DE AGRESIONES ANTERIORES: denuncias, informes médicos, sentencias, etcétera.
4. Conserva todos los JUSTIFICANTES DE LOS GASTOS QUE SE PRODUZCAN COMO CONSECUENCIA DE LA AGRESIÓN (gastos médicos, farmacéuticos, desplazamientos...) Toda esta docuemntación la necesitarás para acreditar los daños económicos que la agresión ha supuesto y reclamar su importe al agresor.



5. SI SE HAN PRODUCIDO LESIONES FÍSICAS, además de las anteriores actuaciones, es conveniente que sigas las siguientes recomendaciones:
a) ASISTE A UN CENTRO MÉDICO-SANITARIO <enlace Hospitales>. El parte médico de urgencias será remitido al Juzgado de Guardia. Es conveniente que expliques con precisión todas y cada una de las lesiones sufridas, si también te ha forzado a mantener relaciones sexuales y si tienes señales de agresiones anteriores
b) TOMA FOTOGRAFÍAS DE LAS LESIONES. Ten en cuenta que es posible que pasen días hasta que seas citada por el Juzgado para que el médico forense examine las lesiones sufridas y para entonces éstas pueden haber desaparecido totalmente. Será de gran ayuda el que tú puedas aportar fotografías en las que puedan observar las lesiones tal y como eran en los días inmediatamente posteriores a la agresión.
c) ACUDE AL MÉDICO DE FAMILIA. Pon en conocimiento los hechos sucedidos para que pueda realizar un seguimiento de la lesiones. No olvides que las lesiones son tanto las físicas como las psíquicas.
d) GUARDA COPIA DE TODAS LAS RECETAS E INFORMES MÉDICOS. Es muy importante que tengas en tu poder documentos médicos acreditativos de todas las consultas y asistencias médicas que hayas necesitado para curar tus lesiones.
e) SI HAS SIDO OBLIGADA A MANTENER RELACIONES SEXUALES no te laves y acude al Servicio de Urgencias o de Ginecología del Hospital <enlace hospitales>, explícales como han ocurrido los hechos sin avergonzarte por ello.
6. SOLICITA ASESORAMIENTO JURÍDICO: Conocer tus derechos te ayudará a tomar las decisiones adecuadas.